La próstata es la glándula exocrina que compone el sistema reproductor masculino en casi todos los mamíferos, incluyendo al ser humano. Tiene forma de nuez y se encuentra frente al recto, muy cerca de la vejiga, en algunos casos puede estar pegado a esta. La próstata se conecta con los testículos por medio de conductos deferentes, estos son un par de tubos musculares que conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios.
La próstata se divide en las siguientes zonas. Y el estudio de ella se hace a partir de esta división:
Zona Periférica: o zona marginada, comprende el 70% de la glándula en hombres jóvenes y es el lugar donde frecuentemente se detecta el cáncer de próstata.
Zona Central: la zona central constituye normalmente el 25% de este órgano. Es el área que rodea los conductos eyaculatorios. Estos son los canales formados por la unión de los conductos deferentes con el conducto de la vesícula seminal.
Zona de Transición: esta zona representa el 5% del total de la próstata durante la pubertad. Rodea la uretra y, además, presenta un crecimiento constante durante toda la vida.
Zona Fibro-muscular: también conocida como zona anterior, constituye aproximadamente el 5% de toda la próstata. Está compuesta solo de tejido muscular fibroso.
¿Cuál es la función de la Próstata?
La función principal de este órgano es segregar un líquido alcalino, de color blanco, que compone aproximadamente el 30% del volumen del semen, junto con los espermatozoides y el fluido de la vesícula seminal. Se considera una vejiga secundaria que ejerce presión para que el semen sea excretado por la uretra exterior. La próstata cuenta también con la capacidad de cerrar el paso de la vejiga para evitar que esta libere contenido durante el coito.
La importancia de la función de la próstata radica en que dicho líquido alcalino contribuye, junto con las otras glándulas, a que el semen tenga un nivel razonable de alcalinidad, el cual contrarresta la acidez del tracto vaginal, alargando la vida útil de los espermatozoides. Esto quiere decir que la próstata ayuda al funcionamiento adecuado de los espermatozoides y, en consecuencia, influye en la capacidad de fertilidad del hombre.
La glándula prostática también aporta los siguientes compuestos al semen y le da la alcalinidad: antígeno, fibrinógenoespermina, zinc, magnesio, enzimas como, fosfatasas ácidas, fibrinolisina, transglutaminasa, entre otros.
Dicho de manera breve, la próstata cumple con tres propósitos en el organismo masculino:
Originar respuesta sexual masculina, intervenir en la eyaculación y en el orgasmo.
Producir secreciones, del líquido alcalino y compuestos nombrado anteriormente.
Regular las hormonas masculinas.
Si la próstata deja de cumplir alguna de estas funciones, es probable que esto se deba a las siguientes enfermedades:
Prostatitis
Hiperplasia prostática benigna
Cáncer de próstata
¿Por qué se inflama la Próstata?
La próstata inflamada es el resultado del crecimiento anormal de la glándula prostática. Con el aumento progresivo del tamaño de la glándula, también aumenta la cantidad de ciertos compuestos (nombrados anteriormente) en el interior de la próstata, lo que puede ser perjudicial dependiendo del caso. Este es el efecto de la prostatitis. Existen cuatro tipos de prostatitis, cada una presenta causas diversas y provoca diferentes respuestas y complicaciones en quienes la padecen.
Los tipos de prostatitis son:
Síndrome de Dolor Pélvico
El síndrome de dolor pélvico crónico o prostatitis no bacteriana crónica es una condición que genera dolor pélvico en los hombres. Puede originarse por alguna complicación en el sistema nervioso periférico. Es la parte del sistema nervioso formado por neuronas, nervios y ganglios que se ubican fuera del sistema nervioso central, expandido por los miembros y órganos. Según un estudio realizado por expertos en el área, el sistema nervioso central, la parte que está dentro del cráneo y del canal raquídeo de la columna vertebral, contribuyen a que el dolor progrese, sin importar que los nervios periféricos no estén implicados.
La segunda causa más frecuente del síndrome es la interacción entre los nervios, el estrés y las hormonas, es decir, la combinación de factores psicológicos, disfunciones en el sistema inmunológico y en el sistema endocrino. Las teorías sobre el origen de la enfermedad contemplan problemas en el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal provocados por el estrés, anomalías en la hormona adrenocortical y una inflamación neurogénica. Las dos últimas pueden ser el resultado de un traumatismo o de una infección anterior relacionada con sustancias liberadas por células nerviosas.
Otras posibles causas del síndrome de dolor pélvico crónico son:
El padecimiento anterior de síndrome de dolor de vejiga o cistitis intersticial.
El frío puede ser agravante de la intensidad de los síntomas, a veces es considerado el desencadenante de los síntomas.
Las alergias alimenticias también pueden influir en la aparición de la enfermedad, según la experiencia anecdótica de los profesionales en el área.
Actualmente aún se realizan pruebas para determinar exactamente cuáles son las causas de esta afección. El enfoque de las investigaciones se ha orientado a tratar esta enfermedad como un trastorno sistémico que abarca factores neuromusculares, conductuales, psicológicos y hasta genéticos.
Prostatitis Inflamatoria Asintomática
La prostatitis inflamatoria asintomática es una afección indolora, ocurre cuando la glándula prostática se inflama. La padecen con frecuencia hombres con hiperplasia prostática benigna, que es un crecimiento de tejido no canceroso en la próstata. Ella se diferencia de los otros tipos de prostatitis por carecer de síntomas. Generalmente se diagnostica cuando al paciente se le realizan otras evaluaciones.
Prostatitis Bacteriana
La prostatitis bacteriana solo representa un pequeño porcentaje de los casos de prostatitis. Como su nombre lo indica, es producto de una infección bacteriana, resultado del contacto sexual con otras personas que presentan enfermedades de transmisión sexual, como clamidia o gonorrea. La enfermedad también puede aparecer si se tienen muchas parejas sexuales o cuando se es un hombre mayor de 35 años. La prostatitis bacteriana puede alojarse en:
El epidídimo: es el lugar donde se maduran y se depositan los
La uretra: es un canal por donde se expulsa la orina alojada en la vejiga.
Prostatitis Aguda
La prostatitis aguda es una infección bacteriana grave, que puede ser producto de una prostatitis bacteriana. Es considerada una emergencia médica. Otras causas son problemas en la uretra y en la próstata, como los siguientes:
Bloqueo de los conductos que impide el paso de la orina hacia el exterior de la vejiga.
Fimosis (incapacidad de retraer el prepucio).
Una lesión entre la zona del perineo y el escroto.
La colocación de una sonda vesical o una biopsia de próstata.
Los hombres mayores de 50 años presentan mayores riesgos de sufrir de prostatitis, ya que la glándula prostática tiende a obstruirse con mayor facilidad a partir de esa edad, lo cual facilita la proliferación de las bacterias que causan la infección.
Síntomas de Próstata Inflamada
Los síntomas de la próstata inflamada, de acuerdo al tipo de prostatitis que presente el paciente, son:
Síndrome de Dolor Pélvico
Los síntomas más notables que presenta esta afección son:
Infección en el tracto urinario que se prolonga por más de tres meses.
Dolor pélvico (perineo) que puede extenderse hacia la espalda, el recto, el pene, los testículos, el área púbica o la vejiga.
Fatiga inexplicable.
Ardor en el pene.
Dolor post-eyaculatorio.
Disminución de la libido.
Disfunción sexual.
Existe una clasificación de los síntomas llamada UPOINT (por sus siglas en inglés), desarrollada por los urólogos especialistas, que permite organizar el perfil médico del paciente por los síntomas según las siguientes categorías:
U: síntomas urinarios
P: disfunción psicológica
O: órganos con síntomas específicos
I: causas infecciosas
N: disfunciones neurológicas
T: senilidad en los músculos del suelo pélvico
Aunque este trastorno de síndrome de dolor pélvico representa aproximadamente el 95% de todos los casos, no existen pruebas diagnósticas definitivas para detectarlo, debido a que aún es tema de investigación. En el año 2006, científicos encontraron que los pacientes que sufrían del síndrome de dolor pélvico tenían altos valores de citoquinas, proteínas que tienen la función de organizar la respuesta del sistema inmunológico por medio de la inhibición o reclutamiento de células específicas. Se cree que la medición de estas citoquinas podría usarse como una prueba diagnóstica para este tipo de prostatitis.
Prostatitis Asintomática
Aunque la prostatitis asintomática no presenta ningún tipo de dolor o molestia en el área genital, sí pueden observarse signos de leucocitosis, es decir, aumento del número de leucocitos en la sangre de una persona. Como ya se mencionó anteriormente, su detección suele darse cuando se están estudiando otras afecciones.
Prostatitis Bacteriana
La prostatitis bacteriana es muy poco frecuente, llegando a ser muy raro que un hombre la padezca y presenta los siguientes síntomas:
Infecciones urinarias intermitentes (cistitis). La prostatitis bacteriana incluye síntomas como dolor al orinar, olor fétido en la orina o sangre.
Fiebre.
Escalofríos.
Dolor en el cuerpo.
Enrojecimiento de la piel.
Los síntomas de la prostatitis aguda bacteriana son mucho más leves que los de la prostatitis aguda, los cuales aumentan progresivamente con el tiempo. Algunos individuos no presentan síntomas en lo absoluto. Es posible diagnosticar la prostatitis aguda mediante una prueba que consiste en analizar un cultivo de orina y de líquido de la próstata, obtenido por el médico al realizar un examen rectal, en el que se ejerce presión. Otra prueba utilizada para detectar la prostatitis bacteriana es el estudio de los cultivos de semen.
Prostatitis Aguda
La prostatitis aguda se caracteriza porque el paciente presenta casi los mismos síntomas de la prostatitis bacteriana, pero en mayor intensidad. Dichos síntomas son:
Fiebre
Escalofríos
Dolor en la parte baja de la espalda, perineo y en el área genital.
Deseo frecuente de orinar durante la noche.
Micción dolorosa
Dolor en el cuerpo
Infección urinaria
Sensibilidad en la glándula prostática cuando se palpa el recto.
La prostatitis aguda es una de las prostatitis más sencillas de identificar, debido a que se detecta como una infección, gracias a los glóbulos blancos en la sangre. El examen que se realiza para hacer la medición de dichos glóbulos blancos se llama hemograma completo. Las bacterias que se identifican frecuentemente en el tracto urinario o en la sangre a través de las pruebas son: Escherichiacoli, Klebsiella, Proteus, Pseudomonas, Enterobacter, Enterococcus, Serratia y Staphylococcusaureus.
¿Cómo desinflamar la Próstata Inflamada?
Para desinflamar la próstata, primero se debe determinar el tipo de patología que sufre el paciente: si es síndrome de dolor pélvico, prostatitis asintomática, prostatitis bacteriana o prostatitis aguda. Dependiendo de eso se sabrá si la inflamación presenta características infecciosas o de alteraciones anatómicas. A partir de ahí se establecerán los tratamientos para curar la inflamación.
Tratamientos para Próstata Inflamada
El tratamiento para próstata inflamada por prostatitis debe aplicarse de acuerdo al tipo de afección que presente el paciente:
Síndrome de dolor pélvico
Este síndrome es muy complicado, se recomienda realizar varios procedimientos que van desde el manejo del estrés hasta cambios en la conducta del hombre que lo padece. Algunos protocolos médicos utilizados son:
Terapia
Varios especialistas aconsejan la realización de terapias y estiramientos para aliviar los músculos que se encuentran muy tensos en la zona pélvica o anal. Dichos estiramientos se pueden hacer por medio de un masaje intrarectal; terapia física de relajación progresiva e incluso el uso de un dispositivo, llamado “Protocolo de Stanford”, que ayude con la relajación.
Medicación
Se recetan varios tipos de medicamentos, principalmente bloqueadores alfa (agentes farmacológicos que actúan como antagonistas en los receptores alfa-adrenérgicos) o antibióticos. Estos dos medicamentos son los más afectivos que existen para tratar la enfermedad. No se descarta la aparición de nuevas medicinas en el futuro, ya que, hoy en día aún no se conocen todos los factores que influyen en el síndrome de dolor pélvico, y actualmente hay investigaciones en curso acerca de la enfermedad.
Nuevos estudios han arrojado que los antibióticos solo deben ser recetados en caso de que efectivamente se detecte una infección en el individuo. Otra investigación de las últimas décadas postula que los bloqueadores alfa son moderadamente beneficiosos solo cuando la terapia con ellos dura aproximadamente tres meses.
Cirugía de Próstata
Hasta el día de hoy, las cirugías para tratar este trastorno han resultado inefectivas en todas las pruebas realizadas. En los últimos años los pronósticos de este síndrome han mejorado significativamente gracias a la implementación de la combinación de tratamientos físicos, psicológicos y a los medicamentos.
Prostatitis Asintomática
La prostatitis asintomática no necesita de tratamiento, porque con frecuencia se suele asociar con el cáncer de próstata. Por eso se aborda realizando más pruebas y exámenes al paciente, para determinar la cantidad de PSA (antígeno prostático específico, una proteína producida por las células de la próstata) libre o total presente, y conocer así la naturaleza de la lesión.
Prostatitis Bacteriana
Para tratar la prostatitis bacteriana, el especialista recomienda el uso de antibióticos por un período de 2 a 6 semanas, aproximadamente. El pronóstico de esta enfermedad indica un 50% de probabilidades de recaer. Sin embargo, análisis recientes señalan que los tratamientos combinados de masajes, terapias y antibióticos tienen un mejor pronóstico que los que solo utilizan antibióticos.
Estudios demostraron que de las personas que tuvieron un tratamiento combinado, solo el 7,8% tuvo una recaída, mientras que las personas que únicamente utilizaron antibióticos tuvieron 27,6% de reincidencia en la prostatitis.
Prostatitis Aguda
Los antibióticos son los medicamentos recomendados para tratar la prostatitis aguda. Es importante que sea un antibiótico bactericida, que mate a las bacterias, en lugar de un antibiótico bacteriostático, que frene el crecimiento de estas, sobre todo en caso de infecciones peligrosas.
Los pacientes que están gravemente enfermos requieren de hospitalización. Por otro lado, los que no presentan un cuadro agudo, pueden guardar reposo en casa, en la cama. También se recetan analgésicos, hidratación y ablandadores de heces. A los hombres que presentan prostatitis aguda complicada, por la retención de líquido en la vejiga, se les inserta un catéter suprapúbico. En algunas circunstancias el médico tratante podría solicitar un estudio de imágenes.
También se recomienda que el paciente cumpla con las siguientes medidas en el hogar:
Orinar con frecuencia.
Tomar baños con agua templada, esto ayuda a aliviar el dolor.
Tomar medicamentos para facilitar las deposiciones.
Eliminar de su alimentación cualquier tipo de sustancias que irriten la vejiga, por ejemplo: el alcohol o el café.
Aumentar la ingesta de líquidos para orinar con frecuencia y erradicar las bacterias que producen infección.
Algunas posibles complicaciones que pueden resultar de no tratar correctamente ni a tiempo una próstata inflamada pueden ser: un absceso, dolor crónico, incapacidad para orinar, sepsis o la imposibilidad de tener sexo.
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